El precio de ‘vivir sin códigos’ en EU
Por: Paul Wilkinson
(...) Cuatro años después de la Regulación AB, la crisis financiera de 2008 hizo que el precio de vivir sin códigos para la transparencia de valores respaldados por hipotecas fuera claramente doloroso. Por otro lado, el código de construcción más exitoso es el de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en Estados Unidos (GAAP por sus siglas en inglés). Este anticuado código de construcción de valores funciona para la mayoría de las compañías públicas y ayuda a que los mercados de capital estadounidense sean más fuertes en el mundo.
Gracias a la transparencia estructural que requiere el GAAP, la confianza en la mayoría de las compañías públicas durante la crisis de 2008 se tambaleó sin caer por completo. Las compañías públicas y los inversionistas diversificados sobrevivieron a la crisis con daños a su propiedad pero sin lesiones fatales.
Donde no había transparencia GAAP, la falta de información confiable, y sobre todo, la incapacidad de los participantes del mercado para usar dicha información, hicieron que la confianza se desplomara. La incertidumbre cundió el pánico en Wall Street. Los líderes del sector cuestionaron si había cimientos lo suficientemente fuertes en los edificios que ayudaron a construir. El miedo llegó hasta el Gobierno, donde algunos ya habían creado una fortuna en la fabricación y distribución de los instrumentos opacos, y otros estaban convencidos, por miedo real, de que los mercados eran incapaces de encontrar un equilibrio razonable sin intervención gubernamental.
La crisis de los valores respaldados por hipotecas no se volvió una crisis de valores completa. Las firmas públicas sobrevivieron, a menos de que tuvieran cimientos de valores respaldados por hipotecas (como Bear Stearn y Lehman) o que estuvieran ya dañadas cuando se expusieron a las consecuencias del pánico (como GM).
Nuevos cimientos
La solución para los valores respaldados por activos sin estructura y no comparables es hacer que los valores sean tan transparentes como los valores de empresas públicas con aperturas transparentes, comparables y estructuradas. Gracias a los avances tecnológicos desde 2004, este sistema es práctico y efectivo.
En 2007, antes del gran colapso en el mercado de valores respaldados por hipotecas, los fondos de cobertura pagaron para analizar los valores usando una apertura estructurada, estandarizada y comparable. La solución de hoy es exponer la misma información al escrutinio público del mercado con la misma tecnología empleada por los fondos de cobertura.
En 2008, la SEC exigió que los hechos del GAAP (más complicados que la mayoría de los hechos de los valores hipotecarios) fueran informados en un lenguaje computacional llamado Lenguaje de Informe de Negocios Extensible (XBRL) el cual daba poder a los inversionistas para analizar los hechos de forma más eficiente.
Aunque no podemos esperar que se analicen la sintaxis de las 15,000 etiquetas de información estándar (sin mencionar las etiquetas de información requeridas por los informes de las compañías), poner esta información a disposición del mercado en un solo formato del GAAP (incluso en formato impreso) fue efectivo por muchas décadas. De eso se trata el escrutinio del mercado.
Los valores respaldados por activos son mucho menos complejos que las compañías públicas, pues sólo representan un flujo futuro de los fondos. A diferencia de los valores de compañías públicas, no cuentan con la estructura y transparencia del GAAP, lo que dificulta más a los inversionistas juzgar el riesgo de moras que juzgar el potencial de un negocio para seguir siendo rentable.
En el formato impreso habría sido difícil o incluso imposible ofrecer tal transparencia para los valores respaldados por activos. Incluso hoy, el sistema EDGAR de la SEC tiene miles de ellos en formato ASCII y HTML, pero como no hay una estructura común, los valores son opacos. No se pueden imprimir en el papel adecuado, pero con base en la experiencia reciente, el mercado no cree que esa información sea particularmente útil.
El riesgo de limitar los análisis financieros modernos a las dos dimensiones del papel es una razón por la que XBRL se ha vuelto una práctica de construcción estándar, y en muchos casos, un código de construcción estándar para los negocios que informan a nivel mundial. Podría ser la base para crear mejores códigos de construcción para cualquier tipo de inversión o valor.
El principio básico de la ley de valores que ha funcionado bien para Estados Unidos desde que terminó la Segunda Guerra Mundial es que si quieren que el público invierta en sus negocios, deben dar a conocer los hechos materiales de cómo están construyendo su negocio no sólo a sus inversionistas, sino a todo el mercado, para que el poder del escrutinio del mercado pueda darle soporte a sus negocios.
Pueden buscar inversión privada, y en ese caso pueden ser menos transparentes, pero estas exenciones se han limitado para no crear lo que hoy se conoce como un "riesgo sistemático". Es decir, fueron lo suficientemente limitadas hasta que la capitalización total del mercado de valores respaldados por activos comenzó a alcanzar la capitalización total del mercado de todas las compañías públicas.
Los edificios más altos necesitan códigos de construcción más fuertes. Esto puede ser la diferencia entre un ciclo de negocios o una caída. Lo bueno en las finanzas es que la tecnología XBRL existe para crear códigos de construcción fuertes y transparentes sin imponer los costos y restricciones que preocupaban a los constructores y arquitectos en 2004. Los fondos de cobertura que usaron XBRL en 2007 probaron que su costo era eficiente.
Otra buena noticia es que la presidenta de la SEC, Mary Schapiro, hizo que su equipo revisara de nuevo el código de construcción de valores respaldados por activos. Si la SEC atiende este proyecto con una combinación de la visión que empleó para implementar el GAAP durante el último siglo, y el entendimiento de que la transparencia moderna necesita tecnología moderna, el mercado de valores respaldados por activos podría regresar al juego.
10 março 2010
XBRL
09 março 2010
Islândia disse não
Os islandeses rejeitaram em massa, no sábado (6), em referendo, por mais de 90%, o acordo destinado a reembolsar a Grã-Bretanha e a Holanda após a quebra do banco on-line Icesave, segundo resultados oficiais anunciados no domingo.
A aprovação do "não", mais forte que a prevista nas pesquisas, foi imediatamente reconhecida pelo governo.
(...) O texto, submetido à consulta popular, consistia em chegar a um acordo para o pagamento, até o ano de 2024, da dívida de € 3,9 bilhões (US$ 5,3 bilhões) contraída com a Grã-Bretanha e Holanda para indenizar os clientes britânicos e holandeses do banco islandês, que quebrou em outubro de 2008.
O ministro britânico das Finanças, Alistair Darling, declarou-se neste domingo pronto a "ser flexível" nas negociações sobre um novo acordo relacionado à falência do Icesave.
"Não podemos simplesmente ir a um pequeno país como a Islândia ... e dizer: Reembolsem-nos imediatamente. Tentamos ser razoáveis", declarou Darling no canal de televisão BBC One.
"O ponto fundamental para nós é receber o dinheiro de volta... mas seremos flexíveis", acrescentou, lembrando que o pagamento precisará de "muitos, muitos anos".
No total, 230.000 islandeses foram chamados no sábado para se pronunciarem sobre o acordo de pagamento, por Reykjavik, do dinheiro adiantado por Londres e Haia para indenizar seus cidadãos lesados com a quebra do Icesave, em outubro de 2008.
Islândia rejeita reembolso a Grã-Bretanha e a Holanda
Brasil Econômico - Por AFP
Provavelmente a rejeição poderia implicar em redução em ajuda econômica no futuro.
Japão e o Valor Justo
Segundo o Financial Times (Tokyo offers support for 'fair value' accounting standard, Rachel Sanderson, 8/3/2010), o Japão irá adotar a regra contábil do valor justo para algumas empresas. A decisão foi tomada pelo Japanese Financial Services Agency
The rule values loans and loan-like instruments at cost, and everything else, including complex instruments such as derivatives, at fair value. Accountants consider it a good compromise position in the fair value debate.
The decision by Japan, the world's second-largest capital market after the US, to show support for IFRS, or International Financial Reporting Standards, will go some way to bolster the position of the International Accounting Standards Board and its chairman, Sir David Tweedie, at a difficult time.
European politicians sent shockwaves through the accounting world last year by refusing to sanction an early introduction of IFRS 9 on fair value. Those opposed said that the rule did not go far enough to limit the use of fair value accounting.
Then the US Securities and Exchange Commission last month voted to wait until 2011 to decide whether US companies should adopt the IASB's International Financial Reporting Standards. Experts say that fair value is a sticking point, as US standards setters support a greater use than is advocated in Europe.
Japanese executives, including Atsushi Saito, president and chief executive of the Tokyo Stock Exchange, have voiced frustration at the failure of the US and Europe to come to an agreement on IFRS.
IFRS rules are in use or due to be adopted by more than 110 countries including those of Europe.
Certificado digital
Certificado digital gira R$ 3 bi e gera queixas
Folha de São Paulo - 9/3/2010
FÁTIMA FERNANDES & CLAUDIA ROLLI
O uso cada vez maior da internet como meio para as empresas transmitirem informações contábeis e fiscais e prestarem contas ao fisco impulsionou o mercado de certificação digital, estimado em cerca de R$ 3 bilhões neste ano.
O certificado digital é um documento eletrônico, com validade jurídica, que funciona como uma carteira de identidade virtual das empresas.
Permite realizar operações eletrônicas com mais segurança porque utiliza procedimentos lógicos e matemáticos complexos que asseguram a confiabilidade das informações.
Nove empresas -sete do setor público e duas do privado- estão autorizadas pelo ITI (Instituto Nacional de Tecnologia da Informação), autarquia criada em 2001 e ligada à Casa Civil da Presidência da República, a conceder o certificado digital.
Na prática, porém, Certisign e Serasa Experian dominam esse negócio no setor privado. Cada uma delas credenciou outras empresas e entidades, como sindicatos e federações, e montou uma rede para fornecer a certificação digital pelo país.
Esse novo mercado é semelhante ao do cartão de crédito. As bandeiras dos cartões, como Visa e MasterCard, corresponderiam às nove empresas certificadoras, credenciadas pelo governo federal para conceder a certificação digital. E os bancos que oferecem os cartões aos clientes corresponderiam às entidades que firmam parcerias com as certificadoras.
O que fará o mercado crescer 50% neste ano em relação ao ano passado, segundo estimativa do ITI, da Certisign e da Serasa Experian, é o fato de a Receita Federal ter obrigado mais empresas, a partir deste ano, a ter certificação digital para prestar contas ao fisco. Hoje, só estão livres dessa obrigação as empresas que pagam impostos pelo Simples Nacional.
"A tendência é que cada vez mais pessoas físicas e jurídicas tenham CPF e CNPJ virtuais", afirma Márcio Nunes, diretor de desenvolvimento e produto da Certisign, que estima deter 60% do mercado.
"O Brasil passa por uma revolução virtual, está transformando todo o seu sistema contábil e fiscal em digital. E a ferramenta para isso é a certificação digital", afirma Helder Moreira, da Serasa Experian.
O certificado digital ainda é algo novo -e desconhecido- para muitas empresas. Escritórios de contabilidade informam que clientes estão enfrentando dificuldades para obter a carteira de identidade virtual. Reclamam que o agendamento por meio da internet é demorado, que os preços são elevados e que o serviço deveria ser subsidiado pelo governo.
O e-CPF (versão eletrônica do CPF de pessoas físicas) custa a partir de R$ 110. O e-CNPJ (para empresas), R$ 165. A renovação do certificado digital, que pode ter validade de um e de três anos, também é pago.
Esses preços são das versões mais simples e não incluem cartões com chip, leitoras ópticas e uma espécie de pendrive que permitem ao usuário portar o certificado digital e acessar informações e documentos de qualquer computador.
Para atender o empresário em seu local de trabalho, as empresas cobram ainda taxas de cerca de R$ 300. Pacotes que incluem outros serviços -como implementação da nota fiscal eletrônica- chegam a custar até R$ 2.000.
"Defendemos que a certificação digital deva ser subsidiada pelo governo. Quando o projeto nasceu, o certificado digital era para ser gratuito", diz José Maria Chapina Alcazar, presidente do Sescon-SP, sindicato que reúne empresas de contabilidade e de assessoria empresarial.
Renato Martini, diretor-presidente do ITI, diz que os preços do certificado digital são "baixos" considerando as vantagens com a troca do papel pelo documento eletrônico.
Certificado digital
Contadores suspeitam de preço combinado; empresas negam
Folha de São Paulo - 9/3/2010
Escritórios e assessorias de contabilidade suspeitam de combinação de preços em serviços oferecidos pelas empresas que atuam no mercado de certificação digital e criticam o fato de apenas a Serasa Experian e a Certisign comandarem o negócio no setor privado.
Os preços dos serviços considerados básicos -caso do e-CPF (versão eletrônica do CPF de pessoas físicas) e do e-CNPJ (pessoas jurídicas)- são iguais para certificados digitais com validade de um ano e têm diferença de R$ 5 nos produtos com validade de três anos.
"O contribuinte está praticamente nas mãos de duas empresas privadas. Não há concorrência de preços, o que é ruim para os clientes. Quando existem mais empresas, há disputa e oferta de preços. Hoje, a diferença está na forma de atender o cliente", diz Fernando Oberle, sócio da Oberle Assessoria Empresarial, que presta serviço para 195 empresas.
"As empresas informam que há pouca diferença nos preços dos produtos oferecidos pelas certificadoras", afirma a contadora Cristiane Barbosa Pires, que trabalha para 25 clientes.
Nos sites da Certisign e da Serasa Experian o e-CPF, na versão mais simples (com validade de um ano), é vendido por R$ 110. O e-CNPJ, também na modalidade mais simples, custa R$ 165 na Certisign e R$ 170 na Serasa Experian.
O prazo dado pela Receita Federal para que as empresas prestem contas usando a certificação -a partir deste semestre- provocou uma corrida em busca do serviço, o que pode resultar em elevação de preços e demora para tirar o e-CPF e o e-CNPJ, segundo contadores.
"As empresas têm prazo até maio para tirar o certificado digital. Agora, todos os escritórios de contabilidade do país estão correndo atrás desse serviço, que deveria ser mais descentralizado", diz Fernando Vieira Geromel, sócio da Confirmy Contabilidade Auditoria, que atende 70 clientes.
No setor público, há sete empresas que atuam com a certificação digital, mas atendem mercados específicos -caso da Caixa e da Casa da Moeda. "Para uma empresa entrar nesse negócio, são necessários R$ 20 milhões para criar a infraestrutura, além de pagar taxas de inscrição no ITI. Não há licitação, mas as empresas têm de se credenciar e cumprir normas técnicas. Por isso, o número de empresas que atuarão no setor privado não deve se expandir", diz Renato Martini, diretor-presidente do ITI (Instituto Nacional de Tecnologia da Informação), que regula o setor.
As próprias empresas reconhecem que os preços são semelhantes, mas explicam que isso se deve ao fato de os custos também serem similares.
"Cada empresa estabelece o seu preço. Alguns produtos têm diferenças maiores e outros menores", diz Helder Moreira, da Serasa Experian. "Os produtos têm um custo calculado a partir de gastos com treinamento, tecnologia, auditorias", diz Márcio Nunes, da Certisign.
A tendência, segundo dizem, é que, com a ampliação desse mercado, ocorra uma queda de preços porque haverá maior ganho de escala em produtos e serviços oferecidos.
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