Um relatório, divulgado nos jornais, mostra a importância da
máfia na economia da Itália. Segundo o New York Times (Organized Crime Takes Lead In Italian Economy, Report Says, Peter Kiefer, 23/10/2007, p. 14), o crime organizado é o maior segmento da economia italiana, movimentando mais de 127 bilhões de dólares.
Usury represents the most lucrative activity by organized crime, with syndicates taking in $43 billion while racketeering brings in $14 billion, the report estimated. Illegal construction nets about $19 billion.
The report says 80 percent of the businesses in the Sicilian cities of Catania and Palermo regularly pay protection money, known as ''pizzo.''
Já o jornal Las Provincias (Cuatro grupos de la Mafia controlanel 7% de la economía en Italia, Íñigo Domínguez, 23/10/2007) informa que
Unos 160.000 empresarios pagan el impuesto mafioso en el sur del país
No es nada nuevo, pero conviene recordarlo: la Mafia o, mejor dicho, las cuatro mafias italianas –Cosa Nostra siciliana, Ndranghetta calabresa, Camorra napolitana y Sacra Corona Unita de Puglia, una por cada región del sur– son la primera empresa del país por volumen de negocio, 90.000 millones de euros, el 7% del PIB. (...)
Sus 86 páginas son un llanto sin fin, inverosímil para un país de la UE. La economía básica de la Mafia es el pizzo, el impuesto mafioso. Sirve para los gastos ordinarios y para mantener a las familias con parientes encarcelados. Por eso sube cada vez que hay redadas. Unos 160.000 empresarios lo padecen como un gasto más, casi todos el sur, endémico agujero negro de la economía italiana. Seis décadas de gobiernos caóticos e inversiones millonarias volatilizadas no lo han solucionado y la questione del Mezzogiorno es retórica fija en cada campaña electoral.
(...) Por poner un ejemplo, en Nápoles la Camorra domina el comercio de leche, pan y café. En la región hay unos 2.500 hornos panaderos ilegales. (...) Otro aspecto que siempre impresiona es el de la usura: muchísima gente acude a la Mafia en vez de a los bancos si necesita un préstamo. Son 150.000 los comerciantes con familias pobres y pequeñas empresas que se endeudan, con intereses del 10%. Otro aspecto exótico es el del ocultismo: en un país tan supersticioso hay unos 22.000 magos que mueven 5.000 millones.