Em maio de 2020, de acordo com a Publishnews, o varejo de livros no Brasil perdeu quase 50% do seu faturamento. Isso ocorreu devido ao fechamento das lojas causado pela pandemia do novo coronavírus. Passado o choque inicial, o mercado foi se recuperando e após as promoções da Black Friday alcançaram valores similares ao mesmo período em 2019.
Em números absolutos, de janeiro a novembro, foram vendidos 36,92 milhões de unidades e os estabelecimentos apuraram faturamento de R$ 1,51 bilhão. Em termos de faturamento, a variação ainda é negativa em 1,14%
Segundo o Painel do Varejo de Livros no Brasil:
“Esse ano de 2020 tem apresentado grandes desafios. A pandemia afetou frontalmente a economia e o mercado livreiro. Mas estamos recuperando o ‘tempo perdido’, nos aproximando do ponto zero em termos de valor”, afirmou Ismael Borges, gestor da Nielsen Bookscan, ferramenta que monitora o varejo de livros no Brasil. “Ainda estamos negativos por conta do altíssimo nível de desconto que chega a quase 30% entre os livros mais vendidos”, analisou.
Talvez valha a pena reexplicar a metodologia do Painel. A Nielsen captura a venda de produtos que tenham ISBN em um conjunto de estabelecimentos – físicos e virtuais. A lista dos estabelecimentos aparece no fim dessa matéria. Os dados são processados e dão origem ao relatório. Portanto, o que o Painel mostra é um panorama geral do varejo de livros no Brasil. Por questões contratuais da Nielsen com as varejistas, o documento não esmiúça o que foi realizado em lojas de argamassa e tijolo e aquilo que foi vendido em lojas exclusivamente virtuais, mas, livreiros e editores ouvidos pelo PublishNews apontam que a grande parte dessas vendas foram realizadas em e-commerces, mostrando que este segmento é o que tem sustentado essa recuperação apontada pelo Painel.
Marcos da Veiga Pereira, presidente do SNEL, fala da necessidade da “reinvenção do varejo físico no Brasil”. “Em todos os mercados mundiais temos observado o mesmo fenômeno: a pandemia resgatou o hábito da leitura, mas permanece o desafio da introdução de novos títulos no mercado. Este será o principal tema para 2021, com a reinvenção do varejo físico no Brasil”, disse.
Se acercan días difíciles para el exportador brasileño que tiene a los argentinos como mercado consumidor. Tras la crisis cambiaria de esta semana, que ha llevado al equipo de Cristina Fernández a reducir las restricciones para la adquisición de dólares para evitar un nuevo agujero en las precarias reservas internacionales, el próximo paso es limitar aún más las importaciones del país. Será una medida desesperada para preservar la moneda extranjera, pero tendrá consecuencias para argentinos y brasileños.
“Comenzarán a faltar productos en Argentina”, dice Josefina Guedes, de la GBI Consultora de Comercio Exterior, que comienza a percibir la preocupación de los exportadores brasileños. “Antes teníamos problemas puntuales para la liberación de la entrada de productos, una cuestión que se negociaba caso por caso. Pero ahora, la situación comienza a generalizarse”, explica.Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, solo por detrás de China y Estados Unidos. En 2013, Brasil exportó al mercado argentino el equivalente a 242.000 millones de dólares, en máquinas, partes y piezas, electrodomésticos y coches, entre otros. Por eso, cualquier movimiento brusco en la tierra de Cristina Fernández preocupa a Brasil.
Para Roberto Gianetti da Fonseca, director de Relaciones Internacionales de la Federación de las Industrias del Estado de São Paulo, hay dos canales de contaminación por la crisis cambiaria argentina. Uno de ellos en el campo comercial: “La devaluación argentina encarece los productos brasileños allí en un momento en que la población pierde poder adquisitivo”, explica. En la cuestión financiera, la volatilidad lleva a los inversores globales a ser más cautelosos. “Si hubiera un índice de riesgo del Mercosur, estaría alto tanto por Argentina como por Venezuela puesto que estos países están interrelacionados”, explica Fonseca.
“Todo indica que se trata del comienzo de un problema”, dice Luís Eduardo Assis, exdirector del Banco Central de Brasil. “Lo siguiente será que la devaluación del peso se reflejará en la inflación de Argentina”, explica Assis.
A lo largo de este viernes, la tensión en los mercados por la situación de Argentina - sumada a los bajos resultados de China - influyó en la tasa de cambio de Brasil, que superó los 2,40 reales por dólar. El Banco Central brasileño hizo varias intervenciones para evitar una mayor escalada del real. Pero la crisis en sí no llegará a Brasil, mantiene Assis. “La posibilidad es muy pequeña. Solo quien está realmente desinformado puede confundir la situación macroeconómica de Argentina con la nuestra”, dice.
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Para Gianetti da Fonseca, Brasil va a perder parte de sus exportaciones con la crisis en el país vecino. “Por lo tanto, es hora de buscar mercados alternativos. Mirar hacia Asia y México para redireccionar nuestros productos a otros mercados"