El 13 de marzo de 1964, Kitty Genovese fue apuñalada frente a su casa en Queens, Nueva York. Las autoridades estimaron que al menos 38 personas presenciaron el ataque desde sus ventanas y, sin embargo, ninguno de ellos llamó a la policía ni a una ambulancia (ver aquí otra versión de la historia). Kitty murió a causa de las heridas una hora más tarde. Mientras que los medios explicaban la falta de ayuda utilizando conceptos como “apatía”, “alienación” o incluso “indiferencia”, los psicólogos Darley y Latané argumentaron que probablemente nadie ayudó porque todos esperaban que otra persona lo hiciera. Utilizando dos experimentos, demostraron que la gente tiende a ayudar menos cuando creen que otra gente está presente. Definieron este fenómeno como el Bystander Effect (o efecto espectador).
Desde entonces, centenares de experimentos han replicado estos resultados, efectivamente demostrando que, en la mayoría de las situaciones, la gente es menos propensa a ayudar cuando hay otra gente presente que cuando están solos (aquí y aquí). Sin embargo, el hecho de que las personas ayuden menos cuando están en un grupo no significa que sea más probable recibir ayuda de una persona sola que de un grupo. Por ejemplo: si la gente ayuda con un 50% de probabilidad cuando están solos y con un 40% de probabilidad cuando están junto a otra persona, la probabilidad de que alguien te ayude es de un 50% cuando una sola persona puede ayudarte, pero de un 64% cuando dos personas te pueden ayudar (pues cada una de las personas ayuda con un 40% de probabilidad). Así pues, si necesitas ayuda, ¿deberías preferir que una persona te pueda ayudar, o que un grupo de personas pueda ayudarte? ¿Habría Kitty recibido ayuda si en vez de 38 espectadores hubiera habido solo uno?
Empíricamente los resultados no están claros. En el último metaanálisis sobre el Bystander Effect, el 40% de los estudios encuentra que las “víctimas” reciben más ayuda cuando solo hay una persona que cuando hay un grupo, y el 60% de los estudios encuentra lo contrario.
O caso de Genovese tornou-se um parâmetro da discussão. Rutger Bregman, em Humanidade, mostra que há diversas incoerências na narrativa. Bregman é otimista com o ser humano.
Tem um detalhe nessa história da Kitty Genovese: cada um dos 38 espectadores sabiam que havia outros (Ele e mais 37)? Se havia o conhecimento a respeito de outras pessoas a análise dos psicólogos faz sentido, se não havia esse conhecimento, não.
ResponderExcluirO texto está claro que as 38 pessoas testemunharem o ataque de suas janelas, e em nenhuma parte do texto é destacado que as testemunhas estavam escondidas um das outras. Ou seja, as pessoas estavam cientes do fato!
ExcluirNão entendi.
ExcluirEstavam cientes do ataque ou estavam cientes que outras pessoas também estavam vendo o ataque?
Porque são coisas diferentes e isto afeta as considerações dos psicólogos.