La última parte de la auditoría realizada sobre la caída y muerte del Banco Espírito Santo (BES) no es más suave que la primera, entregada hace un par de meses. La auditora Deloitte califica de "gestión ruinosa" la actividad de los últimos años del BES.
La "gestión ruinosa" fue a costa de los depositantes, de los inversores y de los acreedores y fue practicada por los directivos del Grupo Espírito Santo, que dirigía Ricardo Salgado, conocido como Dono disto tudo (dueño de todo esto).
Deloitte señala que se realizó una disminución artificial del pasivo del Espírito Santo International, sin que el BES, con información suficiente para detectarlo, expresase disconformidad alguna. La auditora recuerda que el BES siguió vendiendo a los ahorradores papel comercial del Grupo Espírito Santo que, ahora, no vale nada.
Rara es la semana que grupos de ahorradores no se manifiestan ante las oficinas de Novo Banco o del Banco de Portugal para exigir que les devuelvan el dinero que habían invertido en un papel comercial vendido como del BES pero que, en realidad, era del grupo de empresas de la familia Espírito Santo.
Deloitte acusa al equiupo directivo, encabezado por Salgado [foto] y Morais, de "violación de deberes" en el control interno del banco así como de desobediencia a las reglas impuestas por el supervisor.
El gobernador del Banco de Portugal, António Costa, en su comparecencia en el Parlamento de la nación, acusó a Salgado de haber desobedecido en 21 ocasiones las órdenes dictadas por el banco central.
La caída del BES arrastró también a Portugal Telecom, que de fusión pasó a la absorción por parte de la brasileña Oi, que, finalmente, ha vendido la operadora portuguesa al fondo franco-luxemburgués Altice. (...)
Fonte: El País
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