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09 setembro 2009

Contabilidade Ambiental

O texto a seguir é um pouco longo, mas trata da contabilidade ambiental. Grifo do blog.

WSJ: Los contadores de contaminación se ponen de moda
Dow Jones en Espanol - 9/9/2009 - Ana Campoy - THE WALL STREET JOURNAL

Hasta hace unos años, la misteriosa profesión de Nuno da Silva -el cálculo profesional de polución- era de muy poca utilidad a las empresas.

Sin embargo, ahora que apremian las preocupaciones sobre el calentamiento mundial y abundan las campañas de marketing ecológico, parece que de repente las compañías no se cansan de estos servicios. Los ingresos en la división que dirige Da Silva dieron un salto astronómico del 150% en 2008 y siguen en expansión este año, pese a la recesión. Desde principios de 2008, ha contratado a 13 empleados más, lo que eleva su plantilla a 16.

"Solíamos ser friquis medioambientales", dice Da Silva, que supervisa la división estadounidense de la consultora alemana PE International. "Ahora somos normales".

Las inquietudes por los gases de efecto invernadero y otras amenazas medioambientales han alentado a los gobiernos y las empresas a tratar de reducir el impacto ambiental de todo, desde los combustibles de automóviles a botellas de agua. El primer paso para lograrlo es calibrar la contaminación que esos productos generan a la Tierra.

La iniciativa ecológica más reciente de Wal-Mart Stores Inc, la mayor cadena minorista del mundo, es una propuesta para etiquetar todos sus productos con información sobre su impacto medioambiental. Si sale adelante, sus cientos de proveedores deberán hacer un inventario de sus niveles de contaminación, lo que supondría un auge sin igual para la profesión del cálculo de polución.

Mediante modelos computacionales, los "contadores de contaminación" como Da Silva procesan información sobre la energía y los recursos que se consumen para fabricar, utilizar y desechar un producto. En cada fase, los efectos de un producto sobre la tierra, el agua y el aire son registrados hasta conformar lo que se conoce como la evaluación del ciclo de vida.

En DuPont Co, compañía química estadounidense, el grupo que se dedica a las evaluaciones de ciclos de vida ha pasado de tres a 10 miembros en los últimos seis años.

En New Balance, fabricante de ropa deportiva con sede en Boston, un "equipo verde" ha empezado a calcular desde el coste medioambiental de las suelas plásticas que utiliza la compañía hasta el impacto de los envíos desde sus fábricas en Asia. Lo que el equipo ha averiguado hasta ahora sugiere que los materiales que se emplean en el calzado deportivo, y no los envíos al extranjero, son los que pasan una mayor factura al medioambiente.

Pese a que estas evaluaciones de ciclos de vida se llevan haciendo desde los años 70 y son bastante comunes en Europa, la práctica no despegó en Estados Unidos hasta hace unos años, dicen los expertos.

La "contabilidad de la polución" puede ser una profesión lucrativa. Calcular el impacto medioambiental de un solo producto puede costar cientos de miles de dólares. Da Silva dice que el salario base en su campo es de unos US$60.000 brutos al año.

El primer paso en una evaluación de ciclo de vida es recaudar información sobre el impacto medioambiental de los diferentes procesos involucrados, desde la extracción de las materias primas a su transformación en una fábrica. A veces, eso implica medir emisiones de chimeneas o tubos de escape, pero a menudo la información estadística proviene de bases de datos compiladas por firmas como PE International.

Los contadores más serios acatan las normas impuestas por la Organización Internacional para la Estandarización -ISO, por sus siglas en inglés-, con sede en Ginebra. Queda a discreción del contador determinar exactamente qué calcular en la producción de un artículo y qué dejar fuera.

Con todo, no hay normas exactas que gobiernen estas evaluaciones y como consecuencia, sus conclusiones pueden variar ampliamente. Pese a que varias organizaciones tratan de imponer un estándar, no logran ponerse de acuerdo y no hay mecanismos de autoridad. Tampoco hay nada que impida a una compañía contratar una evaluación de polución que favorezca sus productos o puntos de vista.

¿Un árbol artificial o real?

La Asociación Estadounidense de Árboles de Navidad, que representa a compañías que producen árboles navideños artificiales, dice que hizo lo que pudo para llevar a cabo un estudio preciso de sus productos en comparación con los árboles naturales. La evaluación, que sigue en fase de revisión, concluyó que un árbol artificial es ligeramente más ecológico, principalmente porque la mayor fuente contaminante en cualquiera de los casos se trata de los consumidores que conducen su coche para desplazarse a comprarlos. La ventaja de los árboles artificiales es que suelen ser reutilizados varios años.

Sin embargo, la asociación, que representa al gremio que planta árboles navideños, cuestiona estos resultados. "Es totalmente absurdo creer que utilizar un producto que no es renovable ni biodegradable y que viene de una fábrica pueda ser más ecológico que comprar un árbol real", señala su portavoz Rick Dungey.

En contraste, destacó una evaluación de ciclos de vida de árboles navideños llevada a cabo este año por otra firma que halló que los árboles naturales son menos perjudiciales para el medioambiente a menos que un árbol artificial sea reutilizado como mínimo 20 años.

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