Cuando los genios se vuelven sabios
Reuters - Noticias Latinoamericanas - 19/8/2009
Rolfe Winkler, columnista de Reuters
NUEVA YORK, ago 19 (Reuters) - Los creadores del desastre del fondo de cobertura Long-Term Capital Management (LTCM), a fines de la década de 1990, ahora quieren que los bancos se tomen en serio un recorte de su apalancamiento, usando una contabilidad de valor justo en una mayor variedad de activos.
Robert Merton, ganador de un premio Nobel de Economía, escribió en un texto firmado con otros dos colegas el martes en el diario Financial Times, que bancos, supervisores y legisladores están conspirando para ocultar los bajos precios de los activos de los bancos para evitar lidiar con las consecuencias de la insolvencia.
Merton quiere un uso más amplio de la contabilidad de los activos a valor justo, para forzar a los bancos a que confiesen sus pérdidas y junten más capital.
En una entrevista a radio Bloomberg, Myron Scholes, quien recibió el premio con Merton y fue su socio por mucho tiempo, estuvo de acuerdo.
Es refrescante un reconocimiento honesto de la enfermedad que todavía infecta al sistema financiero, el apalancamiento, por parte de dos destacados economistas que aprendieron a los golpes que el apalancamiento mata.
Ultimamente es de rigor decir que lo peor de la recesión ha pasado y que estamos camino a la "recuperación". No hay que preocuparse de que los grandes bancos sigan siendo insolventes.
Si se quitan las garantías del Gobierno, que les brindan financiamiento barato y protegen el valor de sus activos, muchos estarían al borde del colapso.
Como ya argumenté a principios de esta semana, la caída de los precios en los bienes raíces implica pérdidas inmensas para las carteras de préstamos bancarios, pérdidas que podrían borrar de un plumazo lo que queda de su escaso capital.
El lunes tuvimos otro recordatorio de cómo podrían ser las pérdidas. BB&T informó que ajustó en un 37 por ciento el valor de los préstamos que adquirió del quebrado prestamista Colonial Bank.
Una tasa de pérdida la mitad de grande, si se aplica a Citigroup , Bank of America y Wells Fargo , les arrebataría lo que les queda de capital.
En otras palabras, a pesar de los recientes aumentos de capital, su apalancamiento sigue siendo demasiado alto.
Merton y Scholes conocen el riesgo del apalancamiento. Su fondo de cobertura, Long Term Capital Management, estaba apalancado 25 a 1 antes de las pérdidas que aniquilaron su capital, llevando el apalancamiento a 100 a 1.
En esa ocasión, fue necesario el auxilio de firmas de Wall Street para compensar el déficit de capital de LTCM y prevenir un colapso sistémico.
Incluso después de las pruebas de tensión a la banca, los grandes prestamistas aún están apalancados más de 20 a 1. Mucho más cuando se consideran las pérdidas que están escondiendo y los activos fuera del balance que no han reconocido.
El Consejo de Normas Contables Financieras de Estados Unidos (FASB) ya les ha ordenado que reconozcan activos fuera del balance a partir del año próximo y las propuestas de valor justo, de ser aprobadas, llegarían al año siguiente.
No será fácil ponerlo en práctica, es verdad. Las estimaciones del valor justo existentes en los bancos son altamente cuestionables.
No está claro que supuestos están usando en los modelos internos para llegar a los valores. Por eso es que Merton sostiene que las estimaciones deberían ser "validadas en forma independiente por auditores externos".
Si eso es costoso o difícil, ese debe ser el precio que los bancos paguen por invertir en activos difíciles de valorar.
Una crítica legítima a la contabilidad del valor justo es que es procíclica. Valorar los activos a precios de mercado puede inflar el capital cuando los mercados suben y desinflarlos cuando bajan, excerbando las oscilaciones.
Pero eso no ocurre si las autoridades responden dinámicamente a las condiciones de mercado. A medida que se inflan las burbujas, las autoridades deberían incrementar los requisitos de capital para que el apalancamiento no se salga de las manos. De ese modo, cuando los mercados caígan los bancos estarán bien capitalizados.
Desafortunadamente, los reguladores no tienen la flexibilidad para ser indulgentes en este momento. Los bancos no acumularon reservas durante los años de prosperidad, así que las autoridades deben forzarlos a que lo hagan durante la escasez.
La primera medida para resolver un problema es admitirlo. La contabilidad del valor justo obligaría a los bancos a reconocer que todavía tienen un problema de apalancamiento y, con suerte, inspiraría a las autoridades a aumentar los requisitos de capital.
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