É sempre interessante notar como está posicionada a contabilidade em outros países. Um artigo de Francisco Javier Calleja Bernal, para o periódico El Economista (A imagen contable-financiera, 07/08/2007) comenta a imagem do contador no México. Alguns trechos a seguir:
=> aunque los contadores dejamos atrás ya hace mucho tiempo la faceta de registradores de operaciones, el viejo tenedor de libros desapareció como tal hace un siglo, su imagen y sus defectos no han logrado desaparecer de la mente colectiva y todos los días tiene que seguirse librando batallas para establecer una correcta imagen de la profesión.
=> la profesión contable asumió como lógico y sabido que las finanzas eran parte de su área de influencia natural y aunque no privativo como la auditoría, sí era un sector en el que difícilmente entrarían otros profesionales. De nuevo la imagen exterior no fue esa y muchos profesionales comenzaron a participar en estos temas, con el fin de que después se crearan incluso licenciaturas aparentemente diferentes a la contaduría que se especializaron en finanzas y que desplazaron al contador de esta área.
=> Es curioso que los primeros intentos (hace 30 años) de separar contaduría y finanzas hayan fracasado notoriamente y que en cambio el día de hoy la administración financiera como profesión sea el fantasma que pareciera amenazar a la contaduría. Los contadores no hemos sabido incluir como parte de nuestro gremio a los administradores financieros, tampoco hemos hecho esfuerzos por dejarle claro al público que para las finanzas es siempre mejor contar con alguien que sabe a fondo contabilidad.
En tercer lugar, los números de alumnos inscritos en la licenciatura han descendido. La contaduría pública vive alarmada por el hecho de que las inscripciones bajan, por lo menos así en las universidades privadas, pero en realidad el número de inscritos ha aumentado si contamos esas licenciaturas nuevas, como la administración financiera.
=> En resumen, la realidad y la imagen de una profesión no son lo mismo, pero para que podamos tener la imagen deseada hay que trabajar en ello. El contador público proviene de una época en la que el trabajo era la recomendación única, sin publicidad y sin presumir los logros obtenidos.
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