(...) La Ley Sarbanes-Oxley y otras normas estadounidenses surgidas después de los escándalos de contabilidad de la era de Enron exigen a las empresas revelar cada vez más información a las autoridades normativas, y buena parte de esa información está almacenada digitalmente. Además, en un mundo loco por las fusiones y las tarjetas de crédito, es necesario mantener en secreto una enorme cantidad de información, especialmente durante acuerdos empresariales delicados. No es una tarea fácil, considerando toda la información que potencialmente sale de las empresas en mensajes electrónicos, teléfonos inteligentes y en archivos de acceso público instantáneo.
Mientras los auditores y las autoridades normativas tienden a concentrarse en el presidente ejecutivo o el director de Finanzas para determinar si una empresa está bien administrada, son exactamente esos dos ejecutivos los que dependen del jefe de información en busca de consejo sobre cómo mantener la casa en orden. Y ese cargo de tecnología es cada vez más el de un vigilante, dicen los familiarizados con el sector.
"Toda la información crítica y de negocios está digitalizada. Los bits y los bytes se han convertido en los activos más valiosos de la compañía", afirma Douglas Wallace, director de Sistemas de Ingeniería para América Latina en Symantec, un proveedor de software de seguridad. "Son tan valiosos como los documentos de papel o incuso los recibos o papeles del gobierno. Por lo tanto, el rol del jefe de información ahora es proteger toda la información y las comunicaciones digitales", dice.
Fonte: CARRERAS 1; Vigilantes Virtuales; El lidiar con normas contables y con piratas informáticos convierte a los jefes de información en encargados de la seguridad. Latin Trade, 1/08/2007
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