¿Quién pagó ese estudio? La fuente afecta los resultados
Reuters - Noticias Latinoamericanas
WASHINGTON, ene 9 (Reuters) - Un estudio demuestra que la leche puede ayudar a las personas a perder peso, otro revela que el jugo de tomate evitaría el cáncer y un tercero pone de manifiesto los beneficios de los refrescos con gas.
No obstante, los consumidores deberían tomar estos estudios con pinzas, según informaron investigadores.
Si un estudio fue financiado por una industria, es mucho más probable que tenga un resultado positivo que si fue pagado por el gobierno o un grupo independiente, revelaron los expertos.
"No estamos señalando a una industria o un estudio en particular", dijo David Ludwig, del Hospital de Niños de Boston y la Universidad de Harvard, director de la investigación.
"Nuestra primera observación muestra evidencia fuertemente sugestiva de parcialidad", agregó Ludwig durante una entrevista telefónica.
El estudio, publicado en la revista "on line" PLoS Medicine, de la Public Library of Science, se suma a otras investigaciones que demuestran que los trabajos científicos sobre medicamentos financiados por la industria son más propensos a ser favorables a los fármacos que los independientes.
El equipo de Ludwig revisó 111 estudios sobre refrescos, jugos y leche, publicados entre 1999 y el 2003.
"Escogimos las bebidas porque representan un área de la nutrición que es muy controvertida, relevante para los niños y que involucra a una parte de la industria alimenticia que es altamente rentable y donde los resultados podrían tener consecuencias financieras directas", explicó Ludwig.
Los estudios financiados completamente por la industria fueron entre cuatro y ocho veces más propensos a ser favorables a los intereses financieros de los patrocinadores que aquellos pagados por otros grupos, hallaron los investigadores.
De los 22 estudios identificados claramente como financiados por compañías o grupos industriales, sólo tres, es decir un 13,6 por ciento, tenían resultados desfavorables para la bebida analizada.
Más del 38 por ciento de los trabajos financiados de manera independiente fueron negativos para la bebida en cuestión, revelaron los investigadores.
Esto "genera serias preocupaciones de que algunas industrias alimentarias distorsionarían los registros científicos de la dieta y la salud", indicó Martijn Katan, profesor de Nutrición de la Universidad Vrije en Amsterdam, en un comentario en la misma revista que publicó el estudio.
Ludwig dijo que los estudios podrían montarse de diferente manera si son financiados por la industria, o que los patrocinadores podrían elegir no publicarlos si arrojan resultados desfavorables para su producto.
Los investigadores financiados por la industria harían un trabajo riguroso pero escogerían realizar ciertas preguntas más propensas a producir resultados favorables al producto, manifestó Ludwig.
"No culpo a los investigadores por este problema. Creo que la mayoría son muy éticos y dedicados con la ciencia", agregó el experto, quien señaló que el inconveniente es que el gobierno no gasta mucho dinero en estudiar la nutrición.
El estudio de Ludwig fue financiado por su hospital y la fundación Charles H. Hood, una sociedad sin fines de lucro que se dedica a la salud infantil.
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