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11 janeiro 2007

China adota o Iasb

Do Jornal Expansión

Las firmas del país asiático elaborarán desde este año los informes financieros con las normas mundiales.

El aumento de la inversión en China ha aumentado la necesidad de crear un sistema contable fiable y transparente para las empresas extranjeras que se instalan en el país.

Las nuevas normas contables chinas, publicadas en febrero de 2006 y que están en vigor para las empresas cotizadas desde el pasado 1 de enero, han adoptado principios y tratamientos homólogos a los empleados por las normas internacionales de información financiera (Niif), lo que supone un gran avance para el inicio de la homogeneización contable en todo el mundo. Al mismo tiempo, es un primer paso para la aplicación de las Normas Internacionales de Auditoría (ISA) en esa región. "Se está fomentando que el resto de entidades también adopten las nuevas normas y, de no ser así, que cumplen con los principios ya existentes", explican desde KPMG en China. Además, "se espera que la aplicación de las nuevas normas contables se extienda gradualmente a las grandes y medianas empresas, en función del resultado que se obtenga tras la implantación en las sociedades cotizadas", añaden.

Nuevos estándares

El Gobierno chino ha redactado 38 nuevos estándares compatibles con las Niif.

Según la filial de la firma de auditoría Ernst & Young en China, "la aplicación de estos principios supone que los inversores y usuarios de la información financiera entenderán mejor los informes de las compañías chinas, además de reducir el coste de la preparación de la información". Sin embargo, según KPMG, "los costes continúan siendo una importante preocupación a la hora de contratar una firma internacional, ya que existe una gran brecha entre los honorarios aplicados por las empresas nacionales y los de las extranjeras".

El proceso de aplicación de las Niif incluye la formación no sólo de los directivos de las empresas, sino de los auditores y contables del país. Las grandes firmas de auditoría no pueden quedarse atrás. "El desafío al que nos enfrentamos como auditores es poder garantizar que se realizan los ajustes adecuados, lo que resulta difícil, ya que la dirección de la empresa no tiene conocimientos suficientes", explican fuentes de KPMG.

Dominios de las grandes

Las Cuatro Grandes son las auditoras de las principales compañías del país. PricewaterhouseCoopers (PwC), que se hizo con la firma china de Andersen, tras su desaparición a raíz del caso Enron, audita el 32% de las 500 principales empresas, mientras que KPMG y Deloitte -que en 2005 se fusionó con la auditora Beijing Pan-China- se reparten las cuentas de los principales operadores de telefonía, entre otras compañías.

El control del Gobierno sobre los revisores

La Constitución de la República Popular China de 1949 supuso la estatalización de todas las empresas del país, por lo que las normas y reglamentos contables eran empleados como instrumento financiero para salvaguardar las propiedades del Estado. El Colegio Profesional de Auditores de China (Cicpa) es el único órgano autorizado para la formación y la concesión de licencias a los revisores. Según fuentes de KPMG, las firmas contables extranjeras que quieren ejercer sus funciones en China pueden hacerlo a través de negocios conjuntos con un socio local. En 2005, 18 empresas contables nacionales perdieron su licencias por comportamiento ilícito y 60 fueron sancionadas con multas y con la obligación de acometer reformas. No obstante, otras 68 firmas fueron autorizadas a lo largo de 2006. Actualmente, "la Oficina Nacional de Auditoría se está centrando más en el control interno y en el gobierno de las empresas contables", señalan en KPMG.


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